La idea era rediseñar la nueva identidad de la botella de Barahonda con origen en Yecla, “The Good Listener”, ya que el vino fue expuesto a escuchas musicales durante su etapa de reposo en la botella.
Es un vino con carácter sosfisticado, ecléctico y rebelde con la misión de pulir y estimular aquellos aspectos que dan peculiaridad y valores únicos al vino. Uniendo así dos mundos complejos y universales como son la música y el vino.
El público objetivo será un público que sepa valorar el buen vino al son de la música disco de los años 70.
Es un vino con carácter sosfisticado, ecléctico y rebelde con la misión de pulir y estimular aquellos aspectos que dan peculiaridad y valores únicos al vino. Uniendo así dos mundos complejos y universales como son la música y el vino.
El público objetivo será un público que sepa valorar el buen vino al son de la música disco de los años 70.