Glow es un sistema de iluminación democrático que nos ofrece una iluminación ambiental y suave sin la mínima interacción humana y, por supuesto, sin el menor uso de electricidad. Nos permite ahorrar en nuestra factura de la luz además de ayudar a cambiar el planeta en el que vivimos y que, por desgracia, se encuentra cada vez más en estado de decadencia.

Está formado por cuatro elementos básicos para ofrecer al usuario tres formas distintas de uso, donde finalmente es éste el protagonista, ya que es el que decide que quiere y como lo quiere. Es por esta razón que se trata de un diseño democrático, ya que acerca el producto a la mayoría de las personas, combinando, en las dosis adecuadas, forma, funcionalidad, calidad, sostenibilidad y bajo precio.

 

El elemento principal y esencial de Glow sería la propia bombilla fabricada en una mezcla de silicona con pigmentos fosforescentes. Ésta va acompañada de tres elementos más, la base, realizada en corcho natural, las piezas de sujeción, las cuales encontramos divididas en dos, y que están conformadas en plástico duro y finalmente el tubo de colgado, realizado en plástico transparente flexible con un alambre en su interior con el que poder moldearlo. Estos cuatro elementos permiten al usuario ser quien decida cómo y dónde quiere colocar o utilizar el producto, ofreciendo una mayor interacción entre ellos, ya que es él quien decide si prefiere una lámpara de sobremesa, de techo o utilizar la bombilla individual a su antojo.

 

Su uso es muy sencillo; para obtener una lámpara de sobremesa debemos de seleccionar tres de los elementos, la base, la pieza de sujeción y la propia bombilla. Con un giro de muñeca enroscamos la bombilla a la pieza de sujeción y esta misma pieza se encaja en las guías que contiene la base, formando así en primer lugar uno de los posibles usos de Glow.

 

Si por el contrario preferimos una lámpara de techo, deberemos de seleccionar los cuatro elementos, o cinco si contamos por separado ambas piezas de sujeción. En primer lugar se debe de enroscar ambas piezas de sujeción y, al igual que para la lámpara se sobremesa, con un giro de muñeca enroscamos la bombilla a la pieza de sujeción 1. Se inserta el cable de colgado sobre la pieza de sujeción 2 y se introduce la parte final del propio cable en la base de corcho, la cual irá atornillada al techo de forma común. Este es el uso más complejo, pero es el más decorativo, ya que al tubo de colgado se le pueden dar diferentes formas debido al alambre que se encuentra en su interior.

 

 

Finalmente podemos disfrutar únicamente de la bombilla y darle los usos que cada uno quiera, ya sea para crear ambiente, iluminar una cena íntima, decorar o ponerla encima de la mesita de noche. Aquí es donde entra en juego la imaginación del usuario y donde él pasa a ser el protagonista del producto, haciendo de un objeto individual, un sistema de iluminación democrático y con numerosas posibilidades.

 

El emisor de luz de nuestro sistema de iluminación es la propia bombilla, el elemento principal. Se carga durante el día ya sea con luz solar o eléctrica, además no es necesario que le dé la luz directamente, ya que con un simple reflejo se carga de manera instantánea, para después emitir por sí misma luz durante largos periodos de tiempo. Su iluminación no es abundante, pero ilumina de forma suave y ambiental, con un tono de luz azulado, lo que provoca un ambiente relajado y especial que otro tipo de iluminación no puede ofrecerte.

 

 

Glow es un sistema de iluminación único, divertido y diferente, donde el usuario se convierte en el
protagonista y modelo de referente sobre el diseño final, escogiendo tanto los colores, ya que está disponible en tres colores distintos, como la forma de colocación. La esencia es innovar e interactuar con un producto que, además de decorar tu espacio, te ilumina de forma económica y ecológica.

 

Se trata de un envase resiste y elegante, además al ser de vidrio no solamente protege, sino que valoriza también el producto; al ser transparente, permite visualizar y destacar el contenido del envase, para aproximarlo al consumidor incluso antes de la compra. Asimismo es el material ecológico por excelencia, el vidrio es uno de los únicos materiales de embalaje reciclable al 100%, contribuyendo así a la protección medioambiental. A su vez se puede reutilizar para múltiples fines, que es lo que se quiere pretender con el diseño. Su esencia es que el usuario pueda darle tantos usos como desee una vez haya acabado su función como envase, lo importante es conseguir que el consumidor interactúe con el producto, pero también que interactúe con lo que lo contiene.

 

 

Para explicar al usuario de que se trata la parte trasera del envase se adjuntará una pequeña etiqueta que irá atada a la boquilla en la que, de manera breve, se describirá el uso de la pizarra.

 

La etiqueta está compuesta de dos caras, en la cara principal se encuentra en grande la frase “regala luz”, esto invita al usuario a escribir en la parte posterior mensajes de cariño hacia la persona a la que pretende regalárselo, o simplemente a el mismo. También incita a pensar que en el interior del envase existe algo que por sí solo da luz, que no tenemos que hacer nada, ni tener medios. Para esta frase se ha utilizado una tipografía caligráfica y elegante, que simula en cierta manera que está escrito con tiza, ya que no está rellena en su totalidad. El color escogido ha sido un color negro más suave, simulando el color típico de las pizarras.

 

En la cara posterior encontramos la breve descripción del uso que hay que darle a la pizarra, esta vez la tipografía usada es una tipografía de palo seco, redondeado y con una mayor legibilidad. Al finalizar el texto se encuentra el logotipo del producto.

 

 

De modo que el usuario posea una idea más clara de lo que es el producto y de su uso, en el interior del envase se dispondrá de una hoja a dos caras en la que se explicará, de manera ilustrativa, los distintos usos que se le pueden dar al sistema de iluminación democrático.

 

 

El diseño del producto consta de tres gamas de colores, morado, azul y amarillo; por ello, por cada gama de color habrá un tipo distinto de envase, aunque estarán todos relacionados y partirán de la misma base.