DIA 1.

Así arranco el viaje, de fondo el Lago Viedma y su inmensidad.

Nos abríamos paso hacia el primer campamento, el Toro.

Junto a mi compañera Valentina con la cual hemos realizado varios senderos. Esta vez emprendíamos uno diferente, el mas complejo al que nos enfrentaríamos. Un total de 4 días en el que recorreríamos aproximadamente 70km. 

En el camino nos cruzamos con algunos custodios del Bosque.

Llegada al Campamento Toro, en el la inclemencia del tiempo empezaba a hacer de las suyas. En la imagen siguiente se ve un refugio ya avejentado por el paso del tiempo para soportar los días difíciles.

DIA 2.

Ya empezábamos a ver las primeras postales mágicas que nos tenia preparado el sendero. De fondo un hermoso glaciar por el cual caminaríamos mas adelante.

Caminamos sobre el Glaciar Túnel Superior, después de haber atravesado el Rio Túnel en una tirolesa con sus aguas agitadas por debajo.

Las profundas grietas que van segmentando el glaciar, difíciles de atravesar, pero eso lo volvía hermoso.

Finalmente ahí estaban, Los Campos de Hielos Continentales Patagónicos, de las cosas mas majestuosas e imponentes que jamás vi. Después de haber caminado unos 40km aproximadamente y haber desafiado un desnivel de 900mts. Allí estaban, esa imagen que ahora llevo conmigo quedara grabada en mi por siempre, como ese viento helado que llegaba desde ellos. 

Recordemos que los Campos de Hielos, son la 3er. reserva de agua potable mas grande del mundo después de la Antártida y Groenlandia, como para que podamos dimensionar su inmensidad.

Luego el camino siguió, pero una parte mía quedo allí, mirando siempre de reojo para no perderlos de vista.

Luego de un tiempo mas de caminata, llegamos al Campamento Paso del los Vientos, una laguna nos recibía, con su espejo bellísimo.

Otro refugio surgía en el medio del paramo de la montaña, como nos dijeron los Guarda Parques, "Zona Remota". Lo cual es cierto porque te alejas tanto de la civilización, que cualquier situación complicada podría transformarse en una catástrofe, por eso nos cuidábamos a cada paso.

De nuevo por las inclemencias del tiempo surgían estas pequeñas estructuras para repararse del viento gélido que llegaba de los hielos.

DIA 3.

Muy temprano como todos los días, arrancaba la caminata, luego de un buen desayuno caliente.

Atrás dejábamos el campamento pero los Hielos Continentales nos seguían en el camino, con su imponencia.

Haciendo cima en el Cerro Huemul, esa seria la ultima vez que vería Los Campos de Hielos Continentales Patagónicos, su majestuosidad, su perpetuidad en el tiempo, su paz. 

Esas líneas que lo recorren y marcan un camino, generando una especie de trampa visual y con ello la sensación de que los hielos avanzan con uno en el camino.

Hacia una de las laderas del cerro capturé el vuelo de un Cóndor. Centinela del Bosque.

Después de un arriesgado y abrupto descenso, de los mas difíciles que he realizado, para dejar atrás el Cerro Huemul, llegamos a Bahía Témpanos, un hermoso campamento a orillas del Lago Viedma. Hace tiempo que no me sentaba en un lugar tan bello a orillas de un lago.

Frente a esa Bahía, emergía el Glaciar Viedma, imponente sobre el Lago. Rodeado por grandes montañas. 

Ese lugar en la que dormiríamos nuestra ultima noche de travesía, me trajo recuerdos de la película "La Playa", por varias razones, para llegar a ese lugar único, tuvimos que dejar atrás un difícil recorrido, pero al estar ahí, teníamos la certeza de que había valido la pena, un lugar que no todos conocerían, alejado de toda civilización, un lugar mágico.

Sonaba en mi mente todo el tiempo "Porcelain" de Moby.

DIA 4.

Dejábamos atrás Bahía Témpanos, de fondo el Glaciar Viedma, el final de los Campos de Hielos. 

Emprendíamos el ultimo día caminata, nos esperaban aproximadamente unos 20km de recorrido bajo un fuerte y abrumador sol. Una ultima tirolesa para cruzar nuevamente el Rio Túnel aguas abajo.

A espaldas el Cerro Huemul, lo habíamos bajado la tarde anterior, y nos había dejado agotados. Pero su imponencia me hace admirarlo.

Un amigo del camino. :)

La ultima imagen que tome de la travesía, realmente sentía el cansancio en mi cuerpo, pero la satisfacción de haber completado uno de los recorridos mas hermosos que me toco realizar, y que me sorprendió paso a paso.

Confieso que en algún momento mis ojos se pusieron vidriosos de emoción, la de haber llegado a esos lugares, que hoy ya extraño.

La Montaña y sus caminos, a veces tan precisos y certeros, y otras veces tan ocultos e indescifrables. Cada recorrido único y perfecto.

Cuenta la leyenda que el caminante de montaña vive una vida en cada viaje, y el resto de los días esta sobreviviendo hasta alcanzar su próxima cima...