Es un edificio principalmente en planta baja donde articulamos los anaqueles de los libros a partir de un patio central lo cual nos permite distintos tipos de privacidades y situaciones para el usuario. 

Ubicamos la mayor parte del programa rígido hacia las fachadas conformando el claustro de la manzana y así permitiendo que las salas de lectura tengan la mejor orientación para esta tarea, es decir, la sur. El patio central brinda además, luz cenital filtrada por parasoles en la cubierta la cual es excelente para la situación de lectura. También, la posibilidad de pensar la lectura como algo móvil y no estático, el poder salir al patio y disfrutar de la lectura al aire libre.

En el entrepiso están los talleres y el sistema de pasarelas que permiten acceder a los anaqueles de gran altura y generan diferentes recorridos.

Tenemos como intención generar un gran contraste entre el exterior y el interior de la biblioteca. El lenguaje de fachada es repetido en todas sus caras y en el patio central. Las fachadas metálicas y ciegas tamizan la luz del norte. La frialdad del metal negro de las columnas se contrapone a la calidez de la madera que recubre todo el interior de la biblioteca. Este contraste se lleva a cabo también, en pasarelas y anaqueles, generando así un todo entre la materialidad y la espacialidad.