Relaciones Satélite
Algunos planetas tienen un satélite, algunos otros, tienen más de 5.
No se trata de cantidad, se trata de saber cuáles son visibles.
No se trata de cantidad, se trata de saber cuáles son visibles.
A ti que fuiste un satélite, pero nunca parte de mi mundo. Desprendido y ajeno, pero cercano. Con otros planetas alrededor, pero magnetizado a uno solo.
A ti que fuiste un satélite, pero nunca parte de mi mundo, porque nunca quise que lo fueras. Yo necesitaba cierta distancia con el sol para existir; ni muy lejos porque se enfría, ni muy cerca porque quema.
Me regalaste uno de los abrazos más sinceros que he sentido en toda mi vida, pero este alejamiento entre cuerpos estelares guardaba una regular distancia; a veces se sentía a mil años luz, a veces a pocos kilómetros, por muy larga o corta que fuera, no sabíamos si en esta distancia nos estábamos extrañando o nos estábamos olvidando.
A ti que fuiste un satélite, pero nunca parte de mi mundo, de este mundo sin certezas. Creamos una realidad sostenida por momentos poco probables, donde a lo común le dimos un sentido extraordinario, a lo ordinario un sentido misterioso, a lo conocido una apariencia sorpresiva y a lo finito, una apariencia de infinito. Nada más peligroso que lo infinito.
No lo malentiendas, el desastre no es catástrofe, el desastre es ese proceso en el que la estrella se desintegra en mil direcciones hasta desaparecer de nuestra vista, aunque por muchos desastres que ocurran, el satélite no dejará de rodear al planeta.
Aquí sigues, a veces te descubro en canciones, pero ya no te veo en todas las cosas. Ya no te quiero cerca, aunque me encantaría mantener tus rarezas, me parecían fascinantes. Más de una vez se te escapó un para siempre. Qué hermoso error, porque gracias al cielo, nada dura para siempre.
Creo que la magia de los extraños es conocernos a través de ellos.
La magia de los extraños es que un día vuelven a ser extraños.
La magia de los extraños es que un día vuelven a ser extraños.
