Tejedoras de Tudcum.

Marquesa Montaño

Tudcum, aunque su nombre resulte arcano,
es un paraje cuyano
como tantos otros, rodeado de paisajes áridos, muy áridos
donde la mineria satisface su propósito sacando lo más valioso de la tierra.
aquello que los conquistadores arrebataron a los originarios
engordando al continente más pequeño y poderoso.
Sobre este pequeño valle rural de altura la población dedica a la agricultura y al cultivo a algunos frutales con los que la mayoría prepara dulces, asi conocimos a Alfredo,  sociólogo de profesión, los dulces artesanales que prepara en  en su fábrica, sin lugar a dudas lo acercan más a la sociedad, que vuelve una y otro vez.
También conocí Ricardo Quilpatay (descendiente de pueblos originarios)
quiso el destino que de haber ido de puerto en puerto con la marida
en época de la guerra de Malvinas,
se reencuentra en su pueblo natal y se dedica
con gran habilidad como los pueblos capayanes a las artesanias con metales, cueros, sogas y piedras.
Recoge huesos, colmillos, para sus artesanías,

cuando sale a caminar bajo el sol
siguiendo  las rutas de capayanes  

y donde encuentra la inspiración también para su escritura.

Otras familias se dedican al tejido de la lana.
Ellas son las tejedoras de Tudcum
Marquesa Montaño nos abrió las puertas de su casa
y nos lleva al lugar donde hace su pterapia, expresa ella.
Un pequeño taller ocupado en gran parte por su telar y todas las
maquinaria artesanal para hilar la lana
de las ovejas que ella y su marido crían, esquilan
prepara y tiñe la lana.
Pude tomar estas imágenes que representan a una
de las embajadoras de la provincia de San Juan
cada vez que la representa con sus tejidos.
Porque orgullosamente nos muestra acreedora
de premios y distinciones a lo largo de los años.
En la oficina provincial de turismo nos orientaron
como llegar a estas hermosas personas,
Argentinos que condimentaron  de nuestro viaje
con sus trayectos de vida,


Tudcum, bella gente,
en ese lugar, se respiraba sencillez y cordialidad.

Mònica Rua