Y de pronto la oscuridad llegó a mi vida,
caía, caía y caía mientras sentía que bajaba mi energía.
Pero cuando toqué el fondo, en medio del silencio,
escuché lo que tanto anhelaba: “aprende, acepta, ama y resurge”.
Aquella voz, era mi propia fortaleza.
caía, caía y caía mientras sentía que bajaba mi energía.
Pero cuando toqué el fondo, en medio del silencio,
escuché lo que tanto anhelaba: “aprende, acepta, ama y resurge”.
Aquella voz, era mi propia fortaleza.