¿Qué tal si decimos las cosas tal cual?
Muchos meses atrás venía con una depresión jodida que hizo fusión con la ansiedad. Sí, esas dos llegaron a este cuerpecito, mejor dicho, las traje. No supe manejar muchas situaciones, no fui consciente de muchas cosas y todo me pasó factura; sabía que tenía que ir al doctor y yo lo evitaba por no ser fan las pastillas, pero me comenzaron a temblar las manos. Le tuve que decir hola a las clonas, amitriptilinas y fluoxetinas por unas semanas. Y obvio, también saludar y hacer presente a la fuerza de voluntad. Pero eeeeeepa, todo esto no fue de un momento a otro; antes de aceptar ir al doctor estuve meses pasándola realmente mal. Estuve en situaciones muy tensas, en momentos de peligro, en momentos que ni recuerdo, estuve fuera de mí. Tuve días en automático, días en los que no paraba de llorar y dormir nada más, quería dispersar mi mente con lo que fuera porque no quería hacerme cargo de lo que sentía en realidad y colocaba caretas para no ver qué había detrás.
Recuerdo claro el día que me desperté sin fuerza, estaba sola en casa, esa noche me quedé dormida llorando, me quise ver al espejo y cuando me miré a la cara me dolió tanto... no me reconocí, esa no era yo, esa mujer para nada podía ser yo. Así que me duché y me paré desnuda frente al espejo, acepté cada momento que pasé hasta llegar a ese que me hizo dar cuenta que tenía que hacerme cargo, que la vida se trata de esto: caer y levantarse. Acepté todo, cada error, cada acierto, cada lágrima y cada risa. Lo bueno y lo malo, lo gris y lo rosa - aunque prefiero el amarillo. Me perdoné, y me dije lo hermosa y fuerte que soy, tuve que reconocer cada logro por más pequeño que haya podido ser pero que me hizo sentir grande en algún momento, y puedo decir que mi vida no ha sido de las más bonitas y con los mayores momentos felices pero de cada experiencia que he podido pasar, ahora puedo rescatar lo valioso que me hace la persona que hoy soy.
Esta semana mi doctor me dio de alta con las pastillas, pero le confesé que dejé el medicamento hace un mes aprox. y conversando me felicitó por la resiliencia que tengo.
Busca ayuda si la necesitas, pero sobre todo, ayúdate a ti.